¿PARA QUIEN TOCAMOS?
Recuerdo que cuando comencé a tocar el piano, tocaba en el colegio, tenía 8 años. Había varios pianos pero como no había mucho espacio colocaron uno de ellos, el más antiguo, en uno de los pasillos. Como yo aún estaba comenzando me asignaban muchas veces ese piano. A mí no me importaba, lo que quería era tocar, me sentaba y me volaba el tiempo, no me importabta si pasaba gente o no por el pasillo, ni me enteraba, yo lo que quería era tocar el piano.
Estaba la nena, la música (el sonido) y su instrumento (el piano)
En ese momento era una nena jugando al juego que más le gustaba. La nena se metía en su juego, vivía su juego, habitaba su juego
¿En qué momento dejé de vivir mi juego favorito? ¿En qué momento dejé de habitar mi juego?
En la consciencia de la nena no había más que la música y toda su energía y su tarea estaba dirigida a la música. La música era el fin
¿En qué momento comencé a tocar para “un otro”?